Sunday, July 6, 2008

La dignidad del Estado

Fantástica noticia el rescate de Ingrid Betancourt y de los otros rehenes que habían permanecido durante tantos años en manos de las FARC. Vencieron los buenos una vez más.
Esto es una victoria para los que creemos que la negociación con terroristas es inadmisible. El ejército y la policía, amparados por el Estado de Derecho tienen las armas para acabar con el terrorismo.
Muchos políticos a lo largo y ancho del globo defienden que hay que negociar. No. No por varios motivos. Para empezar hay una cosa que se llama la dignidad del Estado. Un gobierno no se puede sentar con criminales para escuchar sus ruegos. Creamos en el Estado de Derecho que tanto ha funcionado para debilitar al terrorismo. Creamos en los jueces, la policía, el ejército y las leyes como armas eficaces para meterles a todos en la cárcel y recompensar a sus víctimas. El Estado nunca puede ni ceder ni escuchar a quien mata, a quien secuestra o extorsiona.
A mi me da igual que los terroristas maten y secuestren a 10, 30, o 1000 personas. No porque haya más muertos me voy a rendir antes. Se que habrá personas que leerán esto y pensarán: "hasta que te maten a un pariente". A ellos les digo que se equivocan. Nunca permitiría que un criminal cometiese un crimen y se saliese con la suya, ni siquiera parcialmente. No lo merecen los muertos, ni los secuestrados, ni la dignidad del Estado.
Llama mi atención que Betancourt sea defensora de la solución negociada del conflicto con las FARC. Sobretodo me impacta porque ella ha sufrido en sus propias carnes de la manera más cruenta el imperio de la sinrazón y la barbarie. Por muy grande que sea el conflicto, por muchas que sean las víctimas no podemos darle cancha al terrorismo.
Betancourt merece toda mi admiración. Me he emocionado con su caso, he celebrado su liberación, pero desde lo más profundo de mi corazón creo que se equivoca. Una solución negociada que deje en libertad a los criminales nunca será una solución total.

Con el terrorismo sólo cabe una cosa: A POR ELLOS CON TODAS LAS DE LA LEY.

Ganamos seguro.